Cuando hablamos de café de especialidad, hay un nombre que aparece siempre: Geisha. Y ojo, no estamos hablando de un simple grano. Este varietal es toda una experiencia sensorial que cambió la manera en la que entendemos el café.
Al descubrirlo y empezar a probar varias regiones, procesos y opciones que iba encontrando de este varietal, vi que la característica que lo hacia especial y lo definía era sus aromas a flores, notas frutales, dulzor elegante… nada que ver con el café fuerte y amargo que algunos tienen en la cabeza. Aclaración: hay otros varietales que también nos entregan grandes tazas de café, todos tienen su toque que los hace especiales, sus notas únicas que no te los olvidas mas pero el geisha es de esos amores que cuesta soltar.
¿De dónde viene el Geisha?
La historia es bastante interesante. Todo empieza en Etiopía, en la región de Gesha. De ahí salieron unas semillas en los años 30 que viajaron a distintos lugares hasta llegar a Panamá. Y fue justamente en Panamá, en la finca Hacienda La Esmeralda, donde el Geisha encontró su lugar en el mundo.
Durante décadas pasó desapercibido, hasta que en 2004 lo presentaron en la competencia Best of Panama y explotó todo. Los jueces quedaron fascinados con su perfil aromático y a partir de ahí comenzó a romper récords en subastas internacionales. Hoy en día, es considerado el café más caro del planeta, con precios que superan los 1000 dólares por libra en algunos casos.
¿Por qué es tan especial?
El Geisha no es un café cualquiera. Su perfil de sabor es único:
- Aromas florales que recuerdan al jazmín.
- Notas frutales como durazno, mango y frutos rojos.
- Acidez brillante, muy limpia.
- Cuerpo ligero, parecido a un té delicado.
Cuando lo tomás, la sensación es distinta: es como si el café se volviera perfume, elegante y refinado. No es un café para todos los días, sino para ocasiones especiales, como cuando querés darte un lujo.
Tips para disfrutarlo en casa y como gustes
Si alguna vez tenés la suerte de conseguir un paquete de Geisha, lo ideal es prepararlo con métodos de filtrado que respeten su delicadeza: V60, Chemex o Kalita Wave.
Algunas recomendaciones:
- Usar una proporción de 1:15 o 1:16 (por ejemplo, 15 g de café por 240 ml de agua).
- Agua a 90–92 °C baja en sodio.
- Tiempo de extracción: entre 2:30 y 3:30 minutos.
Aunque cada método varia en tiempos y extracciones finales,esta info te va a dar un empujoncito para obtener una taza limpia, aromática y compleja, que te va a mostrar todo lo que el Geisha tiene para dar.
Entonces el Geisha: ¿vale la pena?
sí. Pero ojo, no esperes un “café fuerte” clásico. Lo que vas a probar es una experiencia diferente, delicada y sensorial. Para mí, vale la pena al menos una vez en la vida, sobre todo si te apasiona el mundo del café.
Conclusión
El Geisha no es simplemente un varietal, es un símbolo de cómo el café puede ser arte, lujo y cultura en una taza. Detrás de cada sorbo hay historia, terroir y mucho trabajo de productores que cuidan cada detalle.
Para mi cada método, cada accesorio y cada grano cuentan una historia. Y el Geisha es, sin dudas, una de las que mas me fascinan.
Fuentes e infografías consultadas
- Wikipedia – Geisha (café)
- World Coffee Research – Geisha Panama
- Food & Wine – Panama Coffee
- Pulpa Coffee – Panama Geisha
- Ozone Coffee – Coffee Varietal: Geisha
Por ultimo les sugiero chusmear el Árbol genealógico del café Arábica para que vean dónde se ubica el Geisha dentro de la familia de varietales.